En una pequeña ensenada existente al abrigo de Punta Tazones o de las Ariceras, un espigón de 150 metros de largo proporciona abrigo a las embarcaciones pesqueras que constituyen la flota pesquera de ese puerto.
Al no proporcionar abrigo suficiente el espigón, los pesqueros son "sobordados" -izados al muelle- por medio de puntales, que denominan "monaguillos", aunque también se dispone de una grúa de 5 Tm.
Ese pequeño enclave pesquero tuvo importancia durante los siglos XIV a XVI a consecuencia de la pesca de la ballena y al comercio marítimo, adquiriendo renombre por ser el lugar donde llegó a España su rey Carlos I.
Por el sur, Punta de la Mesnada separa este puerto de la boca de entrada de la ría de Villaviciosa.
Un faro está situado justo encima del puerto en Punta Tazones.
Los pescadores se agrupan en la Cofradía de Pescadores "San Miguel", que les tramita los expedientes administrativos y comercializa sus capturas.
Sus relaciones con la Marina Mercante y con el Instituto Social de la Marina las realizan a través de la Capitanía Marítima y la Casa del Mar de Lastres.